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viernes, 19 de febrero de 2010

Declaración de pandemia


Y en esas estaba cuando vio la luz el número 6 de la revista Freshpolitik (http://www.freshpolitik.com/STARTPOLITIK.htm). En esa edición, Pedro Carrasco publica un artículo titulado "La gripe del miedo" que recoge un enfoque de la situación bien documentado (con cifras y nombres propios) que puede arrojar luz sobre la opacidad con que últimamente se está tratando el fenómeno.
A continuación, dejo las claves del texto, aunque recomiendo su lectura completa:

  • Declaración de emergencia de salud pública internacional por parte de la OMS.
  • Ampliación de la definición de pandemia, de tal suerte que el índice de mortalidad deja de ser relevante (de ahí que se mantuviera la situación de alerta a pesar de que la gripe A ha causado unas 8800 muertes y la estacional entre 250 000 y 500 000).
  • Proliferación masiva de vacunas que no han sido suficientemente experimentadas. A tal efecto, los laboratorios farmacéuticos han gozado de inmunidad legal y el contexto normativo impide que, en caso de perjuicios sobre la salud del paciente causados por esta vacuna, el afectado pueda proceder judicialmente contra la autoridad sanitaria que recetó el fármaco y contra el laboratorio encarcagado de su desarrollo. Se exceptúan los casos de dolo (uso del medicamento a sabiendas de que va a resultar nocivo para quien lo consume) y defectos en el producto (por ejemplo, que esté caducado al tiempo de su prescripción médica).
  • Venta de la vacuna a los Estados, con beneficios de varios miles de millones de euros para los laboratorios farmacéuticos.

Todos los que, motivados por una sensación de contagio inminente, presionábamos a nuestros Ministros de Sanidad para que la vacuna llegara a nuestras farmacias y centros sanitarios "antes de ayer", pensemos en el número de conocidos que se han vacunado. Y reflexionemos:

¿Hemos asistido a una maniobra de marketing al servicio de intereses de corporaciones farmacéuticas? o en cambio, ¿se trataba de una emergencia sanitaria real que necesitaba las respuestas que se han articulado?

3 comentarios:

Barbara dijo...

A ver, que existía una situación sanitaria alarmante era cierto, pero no más que la propia gripe estacional.
Que se tratara de una pandemia con unos efectos tan desastrosos tal y como se planteó, es dudoso.
Que nos han vendido un globo de aire, de lo cual se han beneficiado masivamente las corporaciones farmacéuticas, es real como la vida misma.
Lo divertido ahora será ver cómo nos entremeten sutilmente las vacunas que el Estado ha comprado y que nos vamos a comer con papas porque nadie quiere ponérselas, empezando por los profesionales sanitarios (en teoría los primeros que deberían) dado que son los que mejor saben que es peor el remedio que la enfermedad.
Pero en vez de nuestra ilustre Ministra de Sanidad, tiene que venir una monja benedictina a explicarle al vulgo de qué va esta historia, véase en http://www.elmundo.es/elmundo/2009/10/07/barcelona/1254929406.html

Marta Jiménez Hita dijo...

Barbi, por ahí he leido que el excedente de vacunas está intentando "colocarse" en países subdesarrollados. Al menos en España, creo que el momento en que parte de ellas se podrían haber dispensado ya pasó. Y además es voluntario así que razón de más. La gente no tiene tiempo de ir a un ambulatorio a ponerse una vacuna que ya no necesita...

Fernando dijo...

Hace un tiempo encontré este documental. Demagogia pura y dura, pero hace reflexionar, y es un enfoque interesante:

http://www.youtube.com/watch?v=gKwk8Kq8QXA

F★.

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